Amor- Apabullante en la sencillez, desgarradora en lo real


Tras triunfar en Europa con su notable La cinta blanca, Michael Haneke ha logrado dos años después lo que parecía improbable: superarse a sí mismo, conquistando al mundo con su probablemente mejor película hasta la fecha. Avalada por la Palma de oro y los premios del cine europea, Amor es una película que, aunque sencilla en medios, presenta un contenido profundo que a todos no es desagradablemente familiar, y en toda su intensidad.

Georges y Anna son una anciana pareja de músicos retirados. De repente Anna sufre un derrame cerebral y debe ser operada. Tras ello Georges dedicará su día a día a cuidar de su esposa en casa con la ayuda de asistentas contratadas y las visitas ocasionales, no siempre bien recibidas, de su hija. Pero Anna sólo empeorará, y la convivencia se hará tan difícil que ni el profundo amor que siente por ella la hará soportable, de modo que por su amor sin fisuras deberá tomar la decisión más difícil.

Un único escenario. Exceptuando a Huppert, dos intérpretes. Y un estilo sobrio y sencillo, sin música(salvo alguna excepción de Bach) ni alambiques. Sin embargo consigue que el espectador se sacuda emocionalmente, al ver tratada una situación cercana y cada vez más cotidiana en toda su crudeza y sin disimulos. y todo nace de una narración minimalista pero virtuosa (tres secuencias brillan por sí solas: el concierto ,expuesto en un plano fijo del público, el primer desliz de Anna en la cocina y la captura de la paloma por parte de Georges). Y nada sería lo mismo sin sus dos experimentados intérpretes, que dotan a su personaje un comportamiento natural y envidiable fuerza dramática. La recreación de la gradual pérdida de facultades de Anna por parte de Riva es remarcable por su tremenda dificultad, pero la estrella de la función es Trintignant como el arisco salvaguarda, que mantendrá la serenidad y la calma a pesar de la situación, cómo bien se refleja en su última acción, que acertadamente se nos muestra al inicio del filme, en una escena de acción de tremendo impacto que engancha al espectador y contrasta con la posterior quietud.

Directa y concisa, Amor es una obra maestra del cine romántico, pues aunque sea un drama de personas medias nos ofrece una relación cargada de un amor más sincero que el de muchas comedias juntas. Imprescindible.

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